martes, 19 de febrero de 2013

Relatos de un pescador afortunado: MEA CULPA

1-05-1990                                                          MEA CULPA
   
     A lo largo de la última semana de Abril la ría era un hervidero de actividad. La estabilidad atmosférica y un tiempo casi veraniego dio lugar a una explosión de vida, grandes y espectaculares cardúmenes de cría de sardina se movían por toda la ría, destellos plateados que parecían volar sobre la superficie indicaban la actividad depredadora de bancos de peces que se alimentaban con las pequeñas sardinas que a millones se movían en formación y unidas, trataban de esquivar las arremetidas de las hambrientas lubinas.
   
     En aquel tiempo la pesca ya empezaba a ser algo más que una pasión para mí, estaba enganchado de tal forma que todo el tiempo libre lo empleaba en dicha actividad. Recuerdo que al entender lo que significaba la presencia de cardúmenes de "xoubas", tuve que adaptarme a una técnica de pesca con la cucharilla francesa, pues era la que mejor se adaptaba y más rendimiento daba en aquellas circunstancias. Durante varias tardes de aquella semana y como colofón la mañana del primer festivo de Mayo, pesqué lubinas en una cantidad desacostumbrada, las había por miles y comían de una forma desaforada. Estas presas de una ferocidad inconmensurable, las atacaban con tal avidez, que más que comer parecía que disfrutaban con la vorágine de sangre y muerte. Cuando coincidían los ataques con la pleamar, parte de las pequeñas sardinas, al saltar escapando de sus depredadores llegaban a sobrepasar la coronación del muelle, quedando muchas de ellas "varadas" en el interior de los neumáticos que servían de defensa para proteger los muelles de los golpes de las embarcaciones.

     Impresionaba la crudeza del comportamiento animal, como el pez grande devoraba al pequeño, atacándolo sin contemplaciones de ningún tipo. Después de observar y analizar lo que allí sucedía, monté la caña con una cucharilla francesa, apoyada con un plomo perdigonado con giratorio que me permitía un lance largo y bien dirigido. Lanzaba todo lo fuerte que podía para sobrepasar el cardumen, cerraba la aguja del carrete al contactar el plomo con el agua, evitando con ello que se liara la cucharilla con el sedal, dejándola bajar unos cinco metros para a continuación recoger apurando y en zing zang, ya que de esta manera incitaba la voracidad de las piezas más grandes, que acostumbran ocupar las posiciones más profundas dentro de los cardúmenes. Ya desde el primer momento en que empezaba a lanzar, las picadas empezaron a  producirse sin tregua, y para mi sorpresa eran de un tamaño superior al esperado. Eran las nueve de la mañana de aquel primero de Mayo y la marea subía con fuerza, no fallaba lance, a las dos horas de aquella vorágine, aquello se convirtió en una orgía de sangre y muerte. Sin darme cuenta, mi atávico instinto depredador me hizo perder el sentido de la noble práctica de la pesca deportiva. Llegó un momento que ya no disfrutaba con lo que hacía, solo me movía la ambición de acumular kilos para hacer dinero con su venta; ya no capturaba peces, amontonaba billetes, acabando por totalizar en aquellos días de pesca cerca de cien quilos de lubinas. Con el paso del tiempo, la ética de aquel comportamiento, no me parece la más acertada, pero en aquel momento y en aquellos tiempos, aquello lo asumía como algo natural, aunque ahora vaya en contra de mis principios.

      Esta pescata que aquí relato es quizá la única de la que no me siento especialmente orgulloso. La fortuna me acompañó pero por un momento dejé que la avaricia y el interés nublaran mis sentidos, perdiendo mi condición de pescador deportivo.

1 comentario:

  1. ¡¡¡Muy noble tu razonamiento amigo mío. supongo que entre los pescadores deportivos impera un espíritu mas altruista y acorde con el sentido de la preservación de las especies mas que de la rapiña... pero de todas formas quiero contribuir a tranquilizar tu conciencia, pues si no te las hubieras llevado tu seguro que otro u otros se las hubieran llevado...
    Un saludo compi...!!!
    Pantera Negra...

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